lunes, 15 de febrero de 2010

EN BILBAO, COMO NIÑOS/AS...Y A MUCHA HONRA

Bilbao, cuna de buena gente, buenas tertulias y buena gastronomía, acogió el fin de semana del 5 al 7 de Mayo de 2010, un encuentro más del grupo de supervisión y formación permanente de Gestalt-Terapia. Un grupo que, pese a no tener nombre definitivo (grupo self no nos convence) y no poder nombrarnos de manera sintética... aun así existimos... como le pasa a tantas cosas que son difíciles de etiquetar pero en las que se dan experiencias concretas. Estamos abiertos a recibir sugerencias.
Un fin de semana en el que hemos seguido con nuestro trabajo habitual de ejercitarnos como supervisores de terapeutas. Un trabajo que sondea, no solo la problemática del paciente presentado, sino la interacción del paciente con el terapetua (como herramienta de comprensión de los estilos o esquemas relacionales que pueden estar reproduciéndose), así como, y yendo un pasito más allá, la relación del terapeuta con el supervisor, como posible metáfora o repetición de elementos vividos en la relación terapeútica.. Es decir, teoría de campo en estado puro.

En estas últimas sesiones, nuestro interés también ha versado en torno a la comprensión fenomenológica de los problemas psicopatológicos, y de modo paralelo, trasladar esa experiencia al lenguaje psicopatológico y clínico tradicional, que es con el que nos tenemos que mover en nuestra relaciones institucionales e interprofesionales de modo habitual. Sin duda complicado, tras años de entrenamiento en un lenguaje más experiencial, fenomenológico, interaccional, de campo etc, el intentar poner palabras y utilizar la gnosografía clásica para nuestro trabajo, es sin duda difícil. En ello estamos, y probablemente sea una linea de trabajo a explorar en nuestro futuro próximo. Un fin de semana también dedicado a cuestiones de ética profesional: realización de informes, relación como peritos con la justicia, manejo del terapeuta en situaciones comprometidas (amenazas, intentos de manipulación de otros profesionales y familiares de un paciente etc), la cuestión del dinero y los límites de nuestro perfil profesional etc.

Menos mal que también queda tiempo para inmortalizarnos con esculturas clásicas de la antigüedad, para tomar buena comida y buen vino, pasear por el casco viejo de Bilbao, para ser de nuevo algo niños en el metro, para hacer de momias, traer monstruos y otros engendros de tierras muy lejanas, aprender a pintar con el culo etc.

JESÚS